Campañas de Crimea

Si bien varios boyardos se oponían a una guerra contra los turcos, la regente Sofía (que había hecho firmar el Tratado de Paz Eterna en 1686 con la Mancomunidad de Polonia-Lituania, por la cual Rusia entra en la Liga Santa), se mostraba más bien favorable a la misma ya que esperaba una conquista fácil de Crimea.

La principal causa de este desastre, sin embargo, debe considerarse que es la incompetencia del mando.

Los cosacos, no obstante pidieron a la regente que reemplazara al hetman cosaco Iván Samoilóvich por Iván Mazepa, hostil a la guerra contra el Imperio otomano y el janato de Crimea.

En 1688, siguiendo a una incursión turca en territorio ruso, Sofía ordena una nueva expedición en Crimea, mientras que Polonia entraba en negociaciones con la Sublime Puerta.

Inferiores en número, los cosacos deciden finalmente retirarse, con lo que Golitsin deja sobre el terreno a unos 20.000 muertos y 15.000 prisioneros.

Alekséi Shein (1662-1700), uno de los boyardos jefes de la expedición.