Está separada del continente por un estrecho poco profundo, el Raz de Sein.
El punto más elevado de la calzada es la isla de Sein, situada en su mitad este, que culmina a 5 m encima del nivel del mar.
Es una zona muy peligrosa para la navegación debido no sólo a las numerosas rocas, sino también a las fuertes corrientes marinas producidas por las mareas.
Se observan cada invierno jóvenes ejemplares de focas grises y se pueden ver a veces focas adultas descansando sobre las rocas.
Desde principios del siglo XIX, las numerosas quejas provocadas por el alto número de naufragios en la zona han impulsado a las autoridades francesas a seleccionar emplazamientos para construir varios faros que señalicen los altos fondos de la Calzada de Sein y los arrecifes que la bordean.