Calle de la Serreta (Cartagena)
En el año 1648 el barrio fue azotado por una epidemia de peste bubónica, que dejó abandonadas buena parte de las casas, por lo que se ordenó su incendio.La parte restante pasó a ser conocida como la calle de la Serreta, aunque desde 1918 y hasta un tiempo fue llamada calle de Pérez Lurbe.En la segunda mitad del siglo XX, destacó entre los negocios de la calle por su influencia política la librería Espartaco, fundada por la Hermandad Obrera de Acción Católica y regentada por un tiempo por el fabulista Mariano González Mangada, motivo quizás por el cual la calle ganó el apelativo popular de «paseo de los rojos» que el historiador Pedro María Egea Bruno recoge en su obra sobre la represión franquista en la ciudad durante la posguerra.[2] También estuvo en la calle Serreta, durante muchos años, la librería Alcaraz, especializada en cómics, que funcionaba a modo de sede oficiosa del colectivo Firestar, de aficionados cartageneros.https://www.tebeosfera.com/colecciones/grandes_superheroes_cartageneros_1989_firestar.html En febrero de 1986 apareció en un solar un yacimiento cartaginés parcialmente dañado por unas obras que habían ignorado los restos.