Calle de Hilarión Eslava

[1]​ Honra con el título a Miguel Hilarión Eslava Elizondo (1807-1878), sacerdote, compositor y musicólogo natural de la localidad navarra de Burlada.Allí escribió sus postreras obras y allí murió el 4 de enero de 1920, el gran D. Benito Pérez Galdós».[2]​ «Cuando Galdós murió, el pueblo de Madrid, instintivamente, sintió que algo suyo desaparecía».[a]​[3]​[4]​[5]​ Tras 48 horas de capilla ardiente, primero en su propia casa y luego en el Patio de Cristales del Ayuntamiento, el 5 de enero partió hacia el cementerio de la Almudena la comitiva oficial del entierro, una columna silenciosa y oscura que fue creciendo cuando medio pueblo de Madrid se unió a ella para acompañar al paseante en su último viaje.[6]​[b]​[3]​[5]​ El abuelo que contaba historias que ellas podían entender y sentir, el hermano escritor que las había inmortalizado con muy diversos nombres y sentimientos, emprendía aquella fría tarde su último viaje.
Placa dedicada a Galdós en el lugar donde estuvo su última casa, en la calle de Hilarión Eslava .