El nuevo equipo, Cleveland Barons, tuvo una existencia más breve y en 1978 se fusionó con Minnesota North Stars.
El club permaneció seis años en esa ciudad hasta que el multimillonario Barry van Gerbig compró la franquicia en 1966, trasladándola a Oakland.
Los dirigentes del campeonato firmaron un acuerdo con Van Gerbig, que obtuvo una de las seis plazas disponibles.
Oakland Seals no tuvo éxito en sus primeros años, y a los malos resultados en la NHL -15 victorias por 42 derrotas y 17 empates en su temporada de debut- había que sumar la asistencia al estadio, muy inferior a lo esperado.
Bert Olmstead desveló tras su cese que la cervecera canadiense Labatt había presentado una oferta para trasladar la franquicia a Vancouver.
[1] Los buenos resultados de Los Angeles Kings y la creación de la World Hockey Association con un equipo en California -Los Angeles Sharks- mermaron la asistencia al Oakland Arena, y California Golden Seals entró en números rojos.
Los primeros rumores apuntaron a Denver y Seattle como destinos, pero finalmente se logró un acuerdo con el magnate californiano Melvin Swig para comprar el equipo en 1975.
Swig pretendía un acuerdo con las autoridades de San Francisco para construir un nuevo estadio y trasladar allí al equipo.
Bajo el nombre Oakland Seals los colores del club fueron el azul marino, verde y amarillo.
A diferencia de otros clubes desaparecidos, California Golden Seals no contó con números retirados o miembros con premios individuales.