[1] Después de que California Golden Seals tratara sin éxito de lograr un nuevo estadio en San Francisco, la National Hockey League dio permiso a sus propietarios para trasladar la franquicia a otra ciudad.
El socio minoritario George Gund convenció al máximo accionista Melvin Swig para mudarse a su ciudad natal de Cleveland (Ohio), que hasta entonces no había tenido un equipo de hockey sobre hielo en la NHL.
[2] A mediados de su primera temporada, Cleveland Barons se encontraba en números rojos y no podía afrontar el alquiler del estadio.
El propietario Melvin Swig sugirió que la franquicia no podría terminar la temporada, y sus mejores jugadores comenzaron a recibir ofertas de otros clubes.
Sin embargo, las deudas volvieron a perjudicar al club, que en febrero perdió 15 partidos consecutivos y no se clasificó para los playoff, con un récord de 23-45-13 en la fase regular.