Durante la dominación árabe se le denominó Al-Caxera, que quiere decir blanca, pero su verdadero renombre histórico arranca de mediados del siglo XIII.
A la caída del Antiguo Régimen la localidad se constituye en municipio constitucional en la región de Extremadura.
En su construcción se utilizó la mampostería, el ladrillo y la piedra de sillería.
Su fachada es bastante irregular presentando una composición volumétrica donde sobresale una escalera de caracol, contrafuertes adosados y una espadaña barroca del dieciocho.
La hornacina está ocupada por una talla de madera del Cristo Crucificado, datada en el siglo XVI, que ha sido restaurada.
El púlpito, situado junto al arco toral, es de granito con cuerpo octogonal que descansa en base gallonada sustentada por un pilar del mismo material.
Las capillas laterales albergan retablos de azulejos, posteriores al del altar mayor, representando uno a Santiago caballero en blanco corcel, vestido de armadura, con espada en la mano derecha y bandera en la otra, yaciendo a sus pies los enemigos vencidos en combate.
Al lado derecho del altar junto a una inscripción se encuentra la tumba del fundador, Pelay Pérez Correa, revestida de azulejos de la misma traza y estilo.
También se construyó una sacristía y tribuna, apertura de portadas para comunicar el ábside con las capillas funerarias, etc.
El inferior se conforma con arcos de medio punto, que descansan sobre pilares con pilastras jónicas adosadas y ornamentales.
Como decoración del conjunto, se esculpen conchas santiaguistas y emblemas heráldicos.
Se encuentra en el límite del casco urbano camino a Tentudía.
Es de pequeñas dimensiones con una nave única, cubierta al exterior a dos aguas.
Se remata este cimborio con un temple de la misma planta, coronado por un pequeño pináculo.
La portada posee gran valor plástico, de inspiración clásica como bien lo demuestran los elementos que la decoran.