Caleb

Cuando los hebreos llegaron a las inmediaciones de Canaán, la tierra que Dios les había prometido, luego de haber huido de la esclavitud en Egipto, Moisés envió doce exploradores (o espías, meraglim en hebreo) a Canaán para investigar y explorar (un espía representando a cada una de las doce tribus).

Sólo dos espías, Josué (de la tribu de Efraín) y Caleb (representante de Judá), regresaron y manifestaron que Dios les ayudaría a que la nación hebrea se asentara en Canaán.

[5]​ Según el relato de la Biblia, Josué y Caleb fueron los únicos hebreos adultos que trajeron un informe alentador acerca de la tierra de promisión; ambos sobrevivieron la larga travesía por el desierto y pudieron entrar en Canaán, como premio por su fe en Dios.

Esta historia es narrada por el texto bíblico en el Libro de los Números.

"[7]​ Caleb tenía 4 hijos, 3 varones y 1 mujer[8]​ Los exploradores Josué y Caleb con el racimo de la Tierra de Promisión

Josué [con casco y lanza] y Caleb [con turbante] portan el racimo proveniente de la tierra de promisión. [ 1 ] ​ Óleo de Matías de Arteaga y Alfaro, 1690-91. [ 2 ]
Tumba de Caleb, Timnat Serah.