[3] Fue originada por un proceso volcánico de naturaleza explosiva que pudo haberse iniciado entre hace 4000 y 5000 años.La bajada al interior de la caldera se realiza a pie, por una corta pendiente que puede resultar algo resbaladiza, por lo que se recomienda ir con calzado adecuado para caminar sobre terreno volcánico.El proceso erosivo formó los barrancos actuales, mientras que, a finales del Pleistoceno Inferior y durante el Medio tuvo lugar un vulcanismo de naturaleza basáltica y mecanismos eruptivos estrombolianos que edificó conos volcánicos en los alrededores de la caldera.Hace 4000-5000 años finalmente tuvo lugar una erupción fisural múltiple que provocó la formación de la caldera tal y como se puede observar en la actualidad.Se forma un manto de piroclastos (picones) en torno a la misma, y comienza una actividad volcániza centrada en dos puntos.Por un lado, en su lado norte, se produce una actividad stromboliana, creando un cono de cenizas y piroclastos que irán ampliando un cono volcánico (Pico de Bandama) cada vez más cubierto por picón.El incremento en el volumen y la altura del cono volcánico norte formará una pared con la actividad volcánica que genera la caldera, que va ganando a su vez diámetro y profundidad.Muchas cuevas se forman por procesos de taffonización, así como taludes provocados por desprendimientos y procesos de vertientes como reptación, movimientos en masa, solifluxiones, acarcavamientos y arroyadas difusas.[9] La flora de la Caldera de Bandama está adaptada a un clima con pocas precipitaciones invernales y largas temporadas secas durante el verano, así como una fuerte presión antropomórfica que ha condicionado su expansión.Situada en el pasado en el bosque termófilo denominado "Monte Lentiscal", actualmente se pueden localizar varias especies arbóreas, como los lentiscos (Pistacia lentiscus), acebuches (Olea cerasiformis), palmeras (Phoenix canariensis), dragos (Dracaena draco), sabinas (Juniperus phoenicea), almácigos (Pistacia atlantica), mocanes (Visnea mocanera), marmolanes (Sideroxylon canariense), etc. Entre su flora también existen endemismos canarios, como puedan ser guaydiles (Convolvulus floridus), orobales (Whitania aristata), tajinastes (Echium callithyrsum) y malvas de risco (Lavatera acerifolia), entre otras.La tala se destinó originalmente hacia la construcción, leña, carbón y para alimentar las calderas de la incipiente industria azucarera.Existen testimonios de la época donde se afirma que los aspirantes a comprar terrenos ilegalmente destruían el bosque para justificar su cultivo.El proceso destructivo al que fue sometido el bosque Monte Lentiscal supuso también la introducción de la erosión antropomórfica, al degenerar los suelos deforestados, que eran desplazados por los torrentes de agua, a mediados del siglo xvii.Las graves dificultades económicas por las que atravesaba el Cabildo convirtieron el proceso de venta en una subasta donde los grandes propietarios salieron francamente beneficiados, comprando a precios accesibles grandes extensiones de tierra.A su vez, este siglo estará marcado por el sustancial incremento de la población que afectó a todo el antiguo bosque, siendo la caldera y el pico los únicos supervivientes de un paisaje natural urbanizado.Durante este periodo se produce un desmantelamiento del tejido agrario preexistente.