Botijo de pastor
En su origen inmemorial consistía en una pequeña calabaza cuyo interior vaciado y curado servía de depósito para líquidos.Luego, la alfarería tradicional copió la forma en varios modelos de vasijas, como las botijillas, barriletes o cantimploras.Así lo anota Caro Bellido en su Diccionario léxico, citando a su vez a Menéndez Pidal que definía el calabazo como término del castellano antiguo usado para designar una "vasija en forma de calabaza".De esta manera, pudiendo así haber cruzado el Océano Atlántico.Asimismo también está presente en esculturas, bajorrelieves y frisos del arte europeo desde el siglo XI.