Los primeros son cajas de alguna capacidad, de maderas finas, de cristal tallado, etc., sin tapa o con tapa a charnela, siendo la única condición que cierren bien y que tengan bastante peso en el fondo para que al rascar la cerilla en el asperón no se muevan.
Todos los cerilleros deben tener un raspador para frotar la cabeza de la cerilla y prenderla.
Las cajas ordinarias de cartón la llevan en uno o en dos costados estrechos.
Las cajas metálicas tienen por raspador una lima que se suele colocar en el canto, en una ranura hecha al efecto.
En Venezuela el nombre fosforera también se le aplica para un plato típico del oriente del país, entre los que destaca el de la isla de Margarita