Confitería Torres

Actualmente es administrada por la familia Soto Misseroni,[1]​ y se considera uno de los restaurantes más antiguos del centro de Santiago que aún continúa funcionando.

Su especialidad es la cocina chilena, desde platos autóctonos —con variedades que incluyen diferentes carnes, mariscos y verduras— hasta dulces tradicionales del país.

Desde sus inicios, el lugar ha servido como centro de reunión para los políticos e intelectuales chilenos, como los presidentes Federico Errázuriz Echaurren y Arturo Alessandri Palma, y el escritor Joaquín Edwards Bello.

En dicho restaurante, se creó el sándwich Barros Luco,[1]​ que consiste en un pan con carne y queso fundido, nombrado en honor al presidente Ramón Barros Luco, quien era un asiduo comensal del local.

Al igual que a inicios del siglo XX, el lugar continuó siendo punto de reunión para intelectuales y políticos,[3]​ contando al presidente Eduardo Frei Montalva entre sus comensales más reconocidos.

Confitería Torres en Santiago de Chile