[1] Es habitual encontrarse este postre en el norte de España.
Su preparación pasa por dos etapas, una primera en la que se elabora la masa crujiente en forma de cilindro (caña) hueca, la segunda etapa en la que se rellenan las cañas con una crema (generalmente con una crema pastelera).
Se suelen servir frías y espolvoreadas con azúcar glas.
En una segunda operación se rellena el hueco con una masa dulce consistente.
Las variantes de este postre hacen que puedan variar las masas (desde unos hojaldres, hasta unas simples masas fermentadas de harina), el relleno puede ir desde una simple crema pastelera.