El cónclave papal de 1362 dio como resultado la elección del cardenal Guillaume de Grimoard como el Papa Urbano V, sucediendo al fallecido Inocencio VI.
[1] 10 electores habían sido nombrados por el Papa Inocencio VI, 9 por Clemente VI, y solamente el cardenal decano sobrevivía de los nombrados por Juan XXII.
Se hizo evidente que ninguno de los cardenales podrían recibir una mayoría, y por lo tanto la discusión pasó a los nombres que no pertenecían al Colegio.
[5] Ante el temor de que los italianos desearan regresar al papado a Roma con la detención de Grimoard, los cardenales franceses enviaron un mensaje a éste para realizar una "consulta", sin decirle nada sobre su elección.
[5] Grimoard tardó cinco semanas en llegar a Aviñón, donde fue coronado como Urbano V.