A muy temprana edad formó parte del grupo de los llamados "Poetas Modernistas" junto a Horacio Quiroga, Carlos Reyles, Julio Herrera y Reissig, Roberto de las Carreras, Federico Ferrando, Pablo Minelli, Delmira Agustini, Álvaro Armando Vasseur, Fernán Silva Valdés, Francisco G. Vallarino, Juan Picón Olaondo, Justino Jiménez de Aréchaga, Julio Lerena Juanicó, Juan Illa Moreno y Alberto Zum Felde, entre otros.
A partir de allí, combinó su carrera política con su interés en la literatura.
Además de los aportes a la literatura con su nombre, utilizó el seudónimo «Julio Romano» para publicar algunos artículos literarios y el seudónimo por el que fue más conocido en el ámbito periodístico fue «Pablo de Grecia».
En su legado como representante nacional ha dejado varios proyectos que se transformaron en ley, donde se destaca el presentado en julio de 1914, en colaboración con su hermano Héctor y los diputados Juan A. Buero y Atilio Narancio, sobre los derechos políticos de la mujer.
Fue destinado para integrar el Consejo de Estado de 1942 de Alfredo Baldomir, que en plena Segunda Guerra Mundial logró respaldar al bloque aliado por lo que tuvo una labor fundamental en el retorno a la democracia plena, y dejó como legado la nueva Constitución del año 1942.