[6] Desde su niñez, además, su casa había sido visitada por obreros, sindicalistas, miembros de la Federación Obrera Regional del Perú (FORP) y anarquistas compañeros de su padre y abuelo, por lo que estuvo en contacto desde muy temprano con las ideas de izquierda y la lucha social del movimiento obrero, pues creció en un ambiente donde se defendían las causas sociales.
En 1945 terminó la secundaria en la sección nocturna del Colegio Alfonso Ugarte, donde había colaborado con la revista escolar Cultura desde el año 1943.
A su regreso a Lima en 1948 empezó a trabajar como corrector en el semanario La Cancha de Leonidas Yerovi Douat, en la revista semanal 1947 (que cada año se publicaba con el nombre del año correspondiente) de Genaro Carnero Checa y en la publicación La Noche con su amigo y correligionario Juan Gonzalo Rose.
Así, el 13 de octubre de 1956, César Lévano se casó en la municipalidad distrital del Rímac con Natalia Salas, con quien mantenía una relación sentimental desde 1947 y quien solo lo había podido visitar una vez al mes durante su encarcelamiento debido a las restricciones impuestas en su contra por el gobierno.
Tras salir de la cárcel, en 1956, y gracias a que su buen amigo Juan Francisco Castillo lo animó, publicó su primer artículo en la revista Caretas sobre su paso por la prisión, con lo que dio inicio formal y oficial a su carrera como periodista autodidacta, que hasta entonces se había concentrado en las publicaciones sindicales.
En 1959 fue expulsado por primera vez del Partido Comunista Peruano (PCP) debido a las fricciones que se suscitaron al interior del partido por su burocratización político-partidaria frente a las acciones guerrilleras de la revolución cubana que ese mismo año había conseguido triunfar sobre la dictadura de Fulgencio Batista, lo que finalmente llevaría a que en 1962 se produjera el primer cisma en el partido por la expansión de la doctrina netamente guerrillera del guevarismo; fueron pocos, entre ellos Juan Pablo Chang, quien fundó el Ejército de Liberación Nacional (ELN) junto a Héctor Béjar y el poeta Javier Heraud.
[13] Por esa época da inicio la campaña para la expulsión de la International Petroleum Company (IPC) y la nacionalización del petróleo, a la que se adhiere inmediatamente y lee en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos la conferencia “Por la nacionalización del petróleo”, que fue reproducida en la revista Tareas del poeta Alejandro Romualdo Valle Palomino.
Ese año es enviado por la revista Caretas a cubrir el proceso electoral de Chile en las que gana Eduardo Frei Montalva de la democracia cristiana y queda segundo el socialista Salvador Allende Gossens.
Allí se instala en Moscú, donde aprendió ruso y vivió por dos años, hasta 1968, cuando regresa al Perú.
Durante ese tiempo tuvo que enfrentar el hostigamiento que sufrió durante sus clases universitarias durante el conflicto armado interno por parte de estudiantes simpatizantes del grupo terrorista y maoísta Sendero Luminoso (PCP-SL), quienes interrumpían sus clases para realizar discursos y arengas políticas en favor del PCP-SL, actos que César Lévano combatió y denunció reiteradamente por considerarlos de suma intolerancia política y filosófica.
Además, también por esa época regresó a la revista Caretas, de la cual se volvió editor asociado.
Ese año también fue invitado por profesores universitarios de corte progresista a dar conferencias en Estados Unidos.
En 1990 fue nombrado director de los diarios La Crónica y La Tercera, pero le impiden ejercer el cargo por su trayectoria como militante comunista.
Además, ese año lo nombraron director del diario Última Hora (cargo al que renunció en 1992) y tras salir del programa Pulso entró a conducir el programa Diálogo Abierto de la radio Antena Uno, donde trabajó hasta del año 1995 en que el programa fue censurado y la radio fue cerrada por el régimen autoritario de Fujimori.
Además, como parte de la persecución aprista en su contra, en 2010 fue enjuiciado por el gobierno por su actividad periodística en La Primera y sus opiniones política, vulnerando así los derechos humanos fundamentales y la libertad de expresión.
En septiembre de 2011 falleció su esposa, Natalia Casas, y en 2016, el 22 de mayo, falleció su hijo menor, Rainer Lévano Casas,[27] lo que impactó profundamente en sus últimos años, pues de sus cuatro hijos era el único que vivía con él, ya que sus hijos mayores, César Edmundo, Natalia y Soledad Aurora Lévano Casas habían migrado a Europa hacía años.
Sus restos descansan en el pabellón San Joaquín (25B) del Cementerio Presbítero Matías Maestro, donde también está enterrada su esposa.
Ese año también recibió la "Medalla José Antonio Encinas" por la Derrama Magisterial.