Delfín Lévano
Impulsó bibliotecas populares y fue fundador y redactor del periódico anarcosindicalista La Protesta (1911-1926) de la Federación Obrera Regional del Perú (FORP) y de otras publicaciones y grupos anarquistas gremiales, lo que lo convirtió en ícono del anarcosindicalismo de la primera mitad del siglo XIX y en uno de los principales dirigentes y activistas obreros en la conquista de la jornada laboral de las 8 horas, en la que se destacó junto a su padre.Fue hijo de Hermelinda Gómez y de Manuel Caracciolo Lévano,[1] quien fue primero alcalde de Lurín, voluntario guerrillero en la Guerra del Pacífico bajo las órdenes de Andrés A. Cáceres, combatiente pierolista en la guerra civil de 1894-1895 y luego anarquista y pionero del anarcosindicalismo y del movimiento obrero peruanos en la lucha por la jornada laboral de las 8 horas.De formación completamente autodidacta, su maestro político fue Manuel González Prada.De joven fue pionero y activista por la jornada de ocho horas, además su padre había sido el primero en la historia peruana en proponerla en 1905, y los sindicatos -en su mayoría de orientación libertaria- lo lograrían para 1919.Luego de esta fecha, se convirtió en el mayor crítico y adversario sindical de la dirección reformista-político-partidaria, pro-estatal, que pretendían darle José Carlos Mariátegui y Haya de la Torre al movimiento obrero.