Cesare Cantù

[2]​ Literato vinculado al romanticismo y al catolicismo, Cantù fue autor de numerosas novelas (entre las que sobresale Margherita Pusterla), de ensayos históricos (como Storia Universale y Grande illustrazione del Lombardo Veneto), así como de crítica e historiografía literaria (Ragionamenti per servire di commento ai Promessi Sposi, o la Storia della letteratura italiana).

[8]​[4]​ Llegó a Milán se asentó en la crítica literaria al escribir el ensayo Sobre la historia lombarda del siglo xvii: Razonamientos para servir de comentario a Los novios, editado en 1832 (Sulla storia Lombarda del secolo XVII: Ragionamenti per servire di commento ai Promessi Sposi).

Una vez liberado de prisión Cantú se dedicó por entero a la actividad literaria.

[9]​ En estas dos obras se ve ya el conservadurismo religioso que dominaría la ideología de Cantù también durante los próximos años.

No obstante la proximidad temática e ideológica con Los novios —la fidelidad a la religión como instrumento de consolación y salvación contra los males del mundo—, Margherita Pusterla se muestra una novela histórica «sombría»[11]​ y más pesimista respecto a la de Manzoni, sea por la falta de final feliz, sea por la división maniquea entre buenos y malos.

Habiendo estipulado el contrato en 1838, Cantù redactó una monumental obra en 35 volúmenes entre ese año y 1846,[12]​ que Marino Berengo definió «la obra histórica ciertamente más leída y consultada por cincuenta años en Italia».

Sin embargo, también está afectada por la influencia conservadora-clerical y por errores filológicos varios, especialmente en el tratamiento de la Edad Antigua.

Según este, ni la tradición católica ni los principios de la Ilustración y la Revolución francesa podían constituir la clave para un proceso de unificación en Italia; para lograrlo era necesario recurrir a una filosofía política nacional específica.

[16]​ En estos últimos años del dominio austriaco en el Lombardo-Véneto, Cantù retomó la actividad histórica y literaria con ensayos como L'Abate Parini e la Lombardia nel secolo passato (1854) y Ezelino da Romano; la Grande Illustrazione del Lombardo-Veneto (1857), una detalladísima enciclopedia histórico-toponomástica de las principales localidades del reino; la Storia di cento anni (1851) o la Storia degli Italiani (1854).

En estos casi siete años de presencia parlamentaria Cantù fue «solitario orador del partido católico»,[17]​ pues junto a Vito D'Ondes Reggio representó la facción católica y conservadora en un Parlamento dominado por los liberales y los masones.

En la obra, además, Cantù permanece fiel a sus propósitos antiliberales y ataca las posiciones ideológicas sobre que se estaba construyendo el Reino de Italia.

[20]​ Fue él, además, quien dio una reorganización definitiva al Archivo: trasladó todos los fondos dispersos por Milán al Palazzo del Senado a partir de 1886,[21]​ en parte por la influencia que el célebre historiador había logrado en la sociedad milanesa.

Cantù se limitó a bloquear la escisión de los fondos según este sistema, pero no remedió las operaciones que habían realizado con tanto vigor Peroni y sus sucesores.

Grabado de Cantù en su madurez, anónimo, publicado en la Illustrirte Zeitung , vol. 9 (1847), p. 356
Portada del primer volumen de la Storia Universale (Turín, 1838), dedicado a la Época Primera (del Génesis a la «primera sociedad») y la Época Segunda o de las civilizaciones antiguas (Asia, los judíos, la India, Egipto, Fenicia y Grecia)
Ejemplar de la segunda edición de la Grande illustrazione del Lombardo-Veneto , Milán, Corona e Caimi, 1858
Cesare Cantù a los setenta años, grabado de 1874 reproducido en Manfredi (1905, p. 112)
Medallón dedicado a Cesare Cantù, datado el 18 de marzo de 1883, en la escalera monumental del denominado Palazzo del Senado en Milán. El retrato está firmado «[Pietro] Fumeo fece 1883»
Portada del primer número (año I, 1874) del Archivio Storico Lombardo , revista de la Società Storica Lombarda
Retrato fotográfico de Cantù en su estudio, tomada hacia 1895 y publicada en Famiglia Cantù (1896)
Tumba de Cesare Cantù en el cementerio de su ciudad natal, Brivio