San Cándido († 287) fue, según la leyenda, un mártir cristiano miembro de la diezmada Legión Tebana, formada por cristianos originarios de Tebas, en Egipto.
La «leyenda dorada» dice: "Y el hombre noble, Mauricio, fue el comandante de esta legión sagrada, y los que la comandaban en su virtud, los que llevaban sus estandartes, se llamaban Cándido, Inocencio, Exuperio, Víctor y Constantino, todos ellos eran capitanes".
[2] Mauricio se opuso al emperador romano Maximiano, que había ordenado a la Legión practicar ritos no-cristianos en su nombre, declarando: "Nosotros somos sus soldados, pero también somos siervos del Dios verdadero.
No podemos renunciar a Aquel que es nuestro Creador y Señor, y también el suyo a pesar de que lo rechazan".
[3] Cándido, junto con su comandante y muchos otros miembros de su legión, fueron martirizados cerca del lugar que ahora ocupa la Abadía de San Mauricio en la ciudad de San Mauricio (Suiza), entonces llamada Agaunum.