La flota constaba de 28 grandes naves de transporte y cincuenta galeras, comandadas por el almirante Doria, y treinta mil caballeros cristianos.
[2] Las tropas españolas, atacadas por los árabes, desembarcaron en la playa e invadieron la ciudad principal de la isla.
Los soldados españoles fueron ejecutados hasta el último hombre, mientras que su flota era diezmada por los otomanos.
Con los cráneos y otros huesos de los españoles se elevó la Burj Al-Rus, en el mismo lugar donde los cristianos habían desembarcado.
[3] La torre permaneció en pie hasta 1848, cuando el bey de Túnez ordenó su demolición, y se dio sepultura a los restos humanos que la constituían.