Debido al efecto Marangoni, las burbujas pueden permanecer intactas una vez lleguen a la superficie de la sustancia.
Las burbujas están presentes en varios sitios y situaciones a lo largo de cada día, por ejemplo: Las burbujas y pompas tienen formas esféricas, porque se conservan en el estado de energía más bajo.
Las lesiones por la formación de una burbuja en el interior del cuerpo y su posterior crecimiento son las bases del síndrome de descompresión, que se produce cuando algún gas inerte supersaturado disuelto deja burbujas durante la descompresión.
Se puede producir una embolia gaseosa cuando se introduce una burbuja en el sistema circulatorio que tenga una dimensión mayor a la del vaso sanguíneo por el que pasa.
Esto se puede producir en una descompresión tras una exposición hiperbárica, una lesión por la expansión excesiva del pulmón, durante una administración de fluidos intravenosa o una cirugía.