El nombre "bulevar" (en francés: boulevard) procede del holandés bolwerc, que significa "obra de tableros", que se refería primero a las murallas, y posteriormente el terraplén de las murallas.
Hacia 1660, estas fortificaciones estaban en mal estado y eran inútiles tras las victorias de Luis XIV.
En las nuevas calles creadas en su lugar, podían circular cuatro vehículos a la vez y en sus laterales se plantaron dos filas de árboles.
Este era el Nouveau Cours, construido entre 1668 y 1705 por el arquitecto Pierre Bullet, durante el reinado de Luis XIV.
La iluminación de gas hizo su aparición en 1817 en el Passage des Panoramas y se extendió al bulevar en 1826.
Eran invadidos por la multitud del carnaval hasta el punto que, en torno a 1900, durante los tres días grandes se desviaba la circulación de los vehículos y se interrumpía el paso del célebre omnibus Madeleine-Bastille.
Durante los festejos carnavalescos, entre 1892 y 1914, en los Grandes Bulevares tuvieron lugar gigantescas batallas de confetti, vendido en vasos o al kilo.
Los planes urbanísticos de los años 1950 intentaron, sin conseguirlo, transformarlos en una autopista urbana.
Se parecen a los otros bulevares por sus características geográficas (arterias concéntricas), sociales y culturales.