Toda su infancia la pasó en la Alcarria, salvo dos años (1927-1928) que vivió en Larache (Marruecos español), donde había sido destinado su padre.Su padre lo llevaba habitualmente al teatro y a los nueve años ya dirigía representaciones en un teatrillo de juguete.En 1932 recibió un premio literario para alumnos de enseñanzas medias y Magisterio por la narración El único hombre, que no se editó hasta 2001.Al año siguiente apareció en el diario Informaciones «Don Homobono», irónico artículo contra la censura.Escribió Una extraña armonía, que no llegó a estrenarse ni se publicó hasta su Obra Completa.Dirigida por José Tamayo Rivas, estrenó Las Meninas, que fue su mayor éxito desde Historia de una escalera.En 1963 se le propuso su incorporación al Consejo Superior de Teatro, pero Buero renunció a ello.Firmó junto con otros cien intelectuales, encabezados por José Bergamín, una carta dirigida al ministro de Información y Turismo solicitando explicaciones sobre el trato dado por la policía a algunos mineros asturianos, lo que le acarreó el distanciamiento de editores y empresas.En 1964 la censura prohibió La doble historia del doctor Valmy, un alegato contra la tortura, que permaneció sin representarse en España hasta 1976, pasada la dictadura.[5] No volvió a estrenar hasta 1967, en el teatro Bellas Artes y bajo la dirección de José Tamayo, El tragaluz, la primera obra de teatro bajo el franquismo en la que se hacía una referencia directa a la Guerra Civil, y que obtuvo un enorme éxito.Simultáneamente, se reestrenó por primera vez Historia de una escalera (que volvería a las tablas en un montaje del Centro Dramático Nacional en 2003).Dentro del espacio dirigido y presentado por Carlos Villarrubia, Al ritmo de Madrid, Buero realiza un paseo sentimental por sus recuerdos, el tango, los amores, las primeras poesías y los rincones para el autor inolvidables del Madrid de siempre.[7] El tema común que liga toda su producción es la tragedia del individuo, analizada desde un punto de vista social, ético y moral.Los principales problemas que angustian al hombre se apuntan ya en su primera obra, En la ardiente oscuridad, y continúan en obras posteriores.Pertenecen a este grupo: Historia de una escalera, Las cartas boca abajo y El tragaluz.Todos esos mensajes, en la época en la cual fue escrita (postrimerías del franquismo), se entendían sin necesidad de decir nada.El protagonista, Esquilache, ha de enfrentarse a todo el sistema, pues la política que pretende imponer no cuenta con el apoyo popular.