Buenaventura Carbó

Hijo del también militar general Jaime Carbó y Rissech, ingresó en el Ejército como cadete de Infantería en 1832.

Participó, como ayudante de su padre en las tomas de Marbán y de la plaza de Portalegre (Portugal) en Extremadura, así como en diversas acciones contras los partidarios del pretendiente Carlos María Isidro de Borbón en Farriols, Calaf, Coll de Comadros y San Juan de las Ataderas, Puigcerdá y Ripoll, durante la Primera Guerra Carlista, consiguiendo tres cruces de San Fernando de primera clase por su participación en las acciones de guerra como teniente del Regimiento Almansa en 1937.

Fue destinado a Canarias para combatir el contrabando y a su regreso participó en las revoluciones de 1848 y en la Vicalvarada de 1854, por cuya causa estuvo en peligro de ser fusilado.

En 1857 ascendió a brigadier y ocupó varios destinos como comandante general del Maestrazgo, gobernador militar de Morella y de Alicante.

Finalmente fue nombrado capitán general de Canarias el 10 de septiembre de 1885, cargo que desempeñó hasta enero de 1887 cuando fue nombrado consejero del Consejo Supremo de Guerra y Marina.

Retrato del general Buenaventura Carbó publicado en El Moro Muza en 1870.