La brecha de Belfort permite la unión entre el sur de Alsacia y el norte del Franco Condado[1] y es un amplio pasillo utilizado por redes de comunicación muy variadas: carreteras, ferrocarriles, TGV y canal fluvial.
Este amplio pasillo es utilizado por redes de comunicación muy variadas: Dos vías históricas importantes atravesaban la zona desde la época romana, lo que permitió a Julio César encaminar rápidamente las tropas que lucharían contra Ariovisto y obligar a sus tribus germanas (principalmente suevos) en la provincia de Germania Superior a retirarse al otro lado del Rin.
Mientras que la región suabia de Alsacia era parte constitutiva del Sacro Imperio Romano Germánico en el año 962, el adyacente condado de Burgundia, en el oeste, no fue incorporado hasta 1033.
Ambos habían sido incorporados al Reino de Francia a principios del siglo VI, mientras que el altiplano siguió siendo la frontera lingüística entre las lenguas germanas y las lenguas romances.
Y para defenderla, se construyeron hasta la Primera Guerra Mundial una serie de fortificaciones (ver en la Wikipedia en francés) que constituyen un cinturón fortificado que se extendía desde los Vosgos al Jura.