Son las únicas fitohormonas con una estructura química de tipo esteroidal (moléculas polihidroxiesteroideas) en las plantas y están considerados como la sexta clase de hormonas vegetales.
Desempeñan un papel esencial en el crecimiento y desarrollo, participando en procesos de expansión, división y diferenciación celular en los tejidos jóvenes de las plantas en crecimiento.
Además, diversas investigaciones han informado que estos compuestos no sólo son capaces de estimular la división y la elongación celular sino que además pueden incrementar el rendimiento de los cultivos.
[1] En 1968 se informó el aislamiento, a partir de extractos metanólicos de la planta Distylium racemosum, de tres fracciones que presentaban una inusual actividad promotora del crecimiento vegetal y que fueron denominados factores A1, A2 y B.
[10][11][12] Los tejidos jóvenes son particularmente sensible a las BRs, y, de hecho, los BRs endógenos están directamente involucrados en el control de la expansión celular ya que están presentes en dichos tejidos y, además, se acumulan en las zonas de activa elongación.