En la mitología griega, los boréadas eran los mellizos alados Calais y Zetes, hijos del dios-viento Bóreas y de Oritía, hija del rey Erecteo de Atenas.
Fueron argonautas y tuvieron una función particularmente vital en el rescate de Fineo de las garras de las harpías, pues lograron alejar a los monstruos sin matarlos, como les había pedido la diosa Iris, quien prometió que Fineo no volvería a ser molestado por ellas.
En agradecimiento, Fineo contó a los argonautas cómo pasar las Simplégades.