Bonifacio Sotos Ochando

En 1840 regresó a España y el arzobispo de Toledo le nombró examinador sinodal; el gobierno le ofreció una mitra que rehusó; intercedió solamente para que se creara un instituto de enseñanza en Albacete.Fue nombrado vocal de instrucción pública en 1843 y catedrático de Teología dogmática en la Universidad Central en 1845.El 7 de agosto de 1851, la comisión dirigida por el duque de Veragua le nombró director del Colegio Politécnico con 24 000 reales de renta, pero como para ese cargo necesitaba títulos que no poseía, se le dio una dispensa especial.Se interesó en la creación de una lengua y alfabeto universal y publicó un primer esbozo en 1852: Proyecto y ensayo de una lengua universal, y filosófica, Madrid, 1852; animado por las más altas instancias, que incluso le concedieron una subvención de 40 000 reales en 1855, decidió presentarlo en la Sociedad Lingüística de París, que la calificó como la mejor de las lenguas universales que se le habían presentado, por estar fundada en la lógica.Creó entonces una Sociedad de la Lengua Universal que contó pronto con 40 socios y con numerosos adeptos del Ateneo, entre ellos el famoso doctor y filósofo Pedro Mata (autor de un Curso de lengua universal, Madrid 1862) y Pascasio Lorrio; contaba asimismo con un Boletín dirigido por Lope Gisbert; merced a estos esfuerzos la lengua siguió perfeccionándose; Sotos publicó un Diccionario, una Gramática y una Cartilla de la misma.
Diccionario de la lengua universal