Bombardeos aéreos de Barcelona en marzo de 1938
[3] Además estas cifras oficiales recogen más de 1500 heridos, 48 edificios destruidos y 78 gravemente dañados.[4] Durante marzo de 1938, Juan Negrín, presidente del ejecutivo del gobierno republicano español había viajado a París para tratar de que Francia vendiera armas a la república.Se ha debatido mucho sobre por qué Mussolini dio la orden de bombardear Barcelona (o mejor "machacar" Barcelona, pero poco a poco: martellamento diluito nel tempo).[12] Un cuarto y último motivo, apuntado por el historiador Hilari Raguer, sería que Mussolini quería contrarrestar las conmemoraciones que, en París y en otras ciudades, los antifascistas iban a celebrar por el primer aniversario de "la primera derrota del fascismo", la batalla de Guadalajara.Como se dijo en un editorial del diario Il Popolo d'Italia, que probablemente fue escrito por el propio Mussolini, ya que aparece incluido en sus obras completas: i morti di Guadalajara saranno vendicati ("los muertos de Guadalajara serán vengados").[14] El historiador italiano Ferdinando Pedriali, citado por Solé i Sabaté y Villarroya, confirma esta visión: "la técnica empleada en Barcelona era algo nuevo, nunca probado sobre la población civil.Mussolini, por su parte, reconoció la estrategia que estaban siguiendo sus aviones cuando afirmó que los italianos "están horrorizando al mundo con su agresividad, para variar, en lugar de encantarlo con su guitarra".Además de edificios, las características de las bombas más pequeñas provocaron muchos muertos y heridos entre quienes se encontraban en las vías públicas, los restaurantes, las plazas o los tranvías.Bowers, citando a su agregado militar, afirmó que hubo 10 ataques.[17] Los aviones que llevaron a cabo el ataque fueron los S-81 del 25 Grupo y los Savoia S-79 del 8.º Stormo, ambas unidades integradas en la Aviación Legionaria italiana con base en Mallorca, tal como lo refleja el diario histórico de la agrupación: el día 16, fueron diez S-81; el 17, dieciséis Savoia S-79 y nueve S-81; y el 18, doce Savoia S-79.[1][10][4] El propio embajador alemán ante Franco Eberhard Von Stohrer afirmó en un informe enviado a Berlín que los "ataques aéreos efectuados hace unos días sobre Barcelona" fueron obra de "bombarderos italianos".Según Hugh Thomas, "la República disponía de cazas para repeler la agresión, pero las rivalidades y envidias internas le impidieron aprovechar sus recursos al máximo.El desánimo se fue extendiendo, hasta que se retiraron del frente algunas unidades de cazas para organizar la fuerza de defensa costera a las órdenes del comandante Andrés García Calle".Eran arrojadas deliberadamente en el centro de la ciudad, la parte más concurrida y habitada...".[4] El Senado norteamericano aprobó una protesta en la que se condenaban los bombardeos aéreos sobre la población civil y el secretario de Estado de Estados Unidos Cordel Hull hizo pública una declaración en la que se decía:[24]El primero difundió un manifiesto condenando los bombardeos de Barcelona firmado por diversos intelectuales españoles encabezados por Jacinto Benavente dirigido a escritores y científicos de todo el mundo, al que se adhirieron personalidades como H. G. Wells, André Maurois, John Langdon-Davies, François Mauriac, Jules Romains o Nehru.El conde Ciano, ministro de Asuntos Exteriores de la Italia fascista, negó ante el embajador británico en Roma, Lord Perth, que los bombardeos hubieran sido decididos por su país, pero días antes había reconocido lo contrario.