Según fuentes hospitalarias palestinas, 10 de los fallecidos eran niños y 5 mujeres.
[8][9][6] Al día siguiente, afirmó que un mortero se había disparado desde el patio.
[10] Declaró también que entre los milicianos de Hamás que se encontraban en el interior del edificio estaban Imad y Hassan Abu-Askar, fichados por el ejército israelí como operarios de lanzamiento de cohetes,[11][12] y aseguró haber encontrado sus cuerpos después del ataque.
[10] El portavoz del gobierno israelí Mark Regev dijo que "el incidente fue un ejemplo muy extremo de cómo trabaja Hamás′", y que "si capturas - supongo que con pistolas - una instalación de la ONU, si mantienes a las personas allí como rehenes, si disparas desde esa instalación a soldados israelíes en las cercanías, entonces recibes fuego de respuesta".
[1] Mushir al-Masri, un importante dirigente de Hamás que abandonó la clandestinidad para atender al funeral, alabó a los fallecidos por el bombardeo israelí y les llamó mártires.
Según The New York Times, algunos padres lo saludaron dándole la mano mientras que otros lo miraron fríamente.
[16] El informe también establecía que UNRWA había rechazado las afirmaciones israelíes de que la escuela estaba siendo usada para disparar proyectiles de mortero sobre el ejército israelí.
[16] En su informe del día siguiente, sin embargo, OCHA rectificó y afirmó que el recinto escolar había sido bombardeado.
La misión considera, por lo tanto, que el ataque fue indiscriminado, en clara violación del derecho internacional, y que violó el derecho a la vida de los civiles palestinos asesinados en estos incidentes".
[3] Un importante abogado de la ONU, que prefirió mantener el anonimato, declaró a The New York Times que "la necesaria valoración sobre la proporcionalidad en el campo de batalla no está teniendo lugar como debería".
El comité no pudo afirmar con total certeza si se habían producido disparos en la proximidad de la escuela.
[20] El Daily Mail citó a un testigo presencial que declaraba haber visto las marcas de cinco explosiones distintas.
"[20] Cuatro declaraciones de testigos directos recogidas por Defence for Children International-Palestina afirmaron que la zona estaba tranquila y que tanto adultos como niños se dedicaban a sus asuntos cotidianos.
[10] Según The New York Times, la mayoría de la víctimas eran civiles que huían de los combates y estaban haciendo cola para poder acceder al recinto escolar.
The New York Times describió estos tres acontecimientos como "hechos repentinos que pueden dejar de lado los cálculos más prudentes y venir a simbolizar los horrores de guerra".