Globo incendiario
[1][2] Los globos incendiarios son un medio de ataque aéreo que sirve sobre todo para el sabotaje, pues resultan relativamente poco eficaces para causar bajas humanas.[1] En 1792, Joseph-Michel Montgolfier, quien junto a su hermano es considerado inventor del globo aerostático (una década antes), propuso en el marco de las guerras revolucionarias francesas contra la Primera Coalición usar globos para lanzar bombas sobre las tropas y buques de la Marina Real británica en Tolón.[3] Sin embargo, no se supo desarrollar un mecanismo que controlara la expulsión de las bombas.En 1807, durante la segunda batalla de Copenhague, ingenieros daneses idearon un dirigible de propulsión manual (similar al construido por Jean Pierre Blanchard en 1784) para bombardear desde el aire los buques británicos que asediaban la capital, Copenhague, para intentar hacer frente a la inmensa ventaja británica contra las fuerzas danesas.[5] Sin embargo, aunque se sabe de al menos un globo que alcanzó su objetivo, un brusco cambio en la dirección del viento poco después del lanzamiento ocasionó que el grueso de los globos fallaran, con algunos volando en dirección invertida hacia las líneas austríacas.Los sensores se activaban 52 minutos después del lanzamiento para permitir que los globos alcanzaran la altitud inicial requerida.Los últimos sacos de arenas incluían explosivos y material incendiario, soltados (por el mismo mecanismo) en teoría ya sobre territorio enemigo.Dado que fueron lanzados durante el invierno, para aprovechar las corrientes atmosféricas típicas de esta temporada del año, su capacidad para producir incendios a gran escala se veía limitada.Los globos llevan sujeto un trapo en llamas, explosivos o algún tipo de artefacto incendiario sencillo.[29][30] Dado que no deben atravesar mares ni recorrer grandes distancias (tan solo cruzar la frontera entre la Franja e Israel), ni volar a grandes alturas, se trata de vuelos de corta duración, por lo que se puede llevar la carga ya incendiada.