Su origen se atribuye al monje fundador del monasterio de Peñalba y obispo de Astorga, San Genadio.
[3] La piezas de ajedrez de Peñalba han sido atribuidas por la tradición a los objetos y reliquias relacionados con la figura de San Genadio, y "que bien pudieron alcanzarle" en palabras del historiador Manuel Gómez Moreno, que estudió las mismas a principios del siglo XX.
Según otras opiniones tales piezas corresponderían a una suerte de prácticas adivinatorias llamadas "sortes sacerdotarum" e identifican al dueño de tales con el obispo-abad Salomón, y no con San Genadio.
Los devotos las consideraron pertenecientes a un ajedrez, con el que el santo se entretenía en los momentos de ocio, jugando con sus compañeros de retiro espiritual.
En la tradición popular fueron conocidas estas piezas como "Bolos de San Genadio", pues por su tamaño reducido recordaban al juego tradicional berciano, creyendo que para tal fin eran utilizadas por los monjes del monasterio de Peñalba.