Buxus sempervirens, el boj común, es un arbusto o pequeño árbol siempreverde, originario de Europa, donde crece en forma silvestre desde las islas británicas hasta la costa del mar Mediterráneo y del mar Caspio.
Las flores son monoicas, con masculinas y femeninas presentes en el mismo ejemplar; aparecen a comienzos de primavera, en pequeñas inflorescencias de varias flores masculinas y una femenina en las axilas foliares.
Prefiere suelos bien drenados, ricos, nunca encharcados, ligeramente calizos si no son neutros.
Esta especie padece el ataque del hongo Pseudometria rousseliana, que produce el llamado cancro del boj, caracterizado por pústulas de color rosado o rojo vivo en las hojas y ramas; este disminuye marcadamente el vigor de la planta, y puede llegar a matarla.
Aún después de la caída del Imperio romano debe haber perdurado su uso, puesto que Alberto Magno documenta en el siglo XIII que en la actual Alemania se conservaban ejemplares a ese efecto, aunque se ignora cuán extensamente.
Contienen varios alcaloides, en especial ciclobuxina D, que se concentra hasta en un 3% en las hojas y corteza.
Sin embargo, se atribuyen a su decocto propiedades medicinales, contra la malaria y las infecciones intestinales sobre todo.
Su uso es sumamente peligroso; una sobredosis ligera puede producir vómitos, pero resulta fatal en concentraciones más elevadas.
Los alcaloides esteroídicos le confieren propiedades como sudorífico, laxantes-purgantes, según la dosificación, colagogo y cardiotónico.
Contraindicado con tratamientos con parasimpaticolíticos, hipotensión, convalecencia, embarazo, lactancia y niños menores de quince años, gastritis, ulcus gastroduodenal.
Principios activos: Buxus sempervirens fue descrita por Carlos Linneo y publicado en Species Plantarum 2: 983.