El interior del avión fue convertido en una oficina volante para MacArthur, con ventanas extra, cocina y sala de estar.
Para facilitar la entrada y la salida, fue instalada una puerta desplegable con escalones en el fuselaje trasero.
Los puestos de la tripulación fueron desplazados, y el morro fue modificado para proporcionar espacio para carga y/o personal.
El XC-108A fue utilizado para transportar material y personal por encima del Himalaya hasta la base de B-29 en Chengdu, China.
Debido a constantes dificultades con los motores, se demostró que era un avión de carga poco práctico.