El dimorfismo sexual es pronunciado, pues las hembras son significativamente más grandes que los machos, con promedios de 280 cm.
Los ojos son pequeños, con la pupila vertical, a causa de sus hábitos nocturnos.
[1] Esta subespecie se incluye, junto a varias otras, dentro de la especie Boa constrictor.
Este taxón es mayormente terrestre, aunque suele trepar a los árboles para buscar un refugio.
Esta gran boa sale de sus refugios a cazar generalmente al caer el sol, y durante toda la noche.
Captura sus presas con la técnica del asecho; una vez asidos, los envuelve con su propio cuerpo, asfixiándolos, pues mata por constricción.
La otra gran amenaza es la reconversión de su hábitat para destinarlo a cultivos.