Blood Feast

Otros nombres por la que se la conocen son Feast of Flesh («Fiesta de la Carne») y Orgía Sangrienta.

Friedman y Lewis se dedicaron a trabajar posteriormente con el dinero sobrante de la película nudista en un proyecto un poco diferente.

La cosa es que se pusieron manos a la obra con semejante material y contrataron como protagonista a Connie Mason, playmate de 1963. lo que importaba en una película de estas características no eran precisamente los actores sino la sangre, las decapitaciones, las extirpaciones y los sesos troceados.

Como decía Gordon, la sangre era mucho más importante que el argumento o el elenco de actores.

Gordon Lewis y Friedman consiguieron acabar la película con un resultado más que digno para dos tipos como ellos.

En definitiva, el film se convirtió en poco tiempo en un verdadero éxito consiguiendo recaudar cuatro millones de dólares con una película en donde la sangre era el principal reclamo.

La revista Variety en 1964 dijo: «una sorpresa totalmente inepta», el guion fue criticado alegando que era «sin sentido y muy amateur».