En esta zona, los clientes pueden ver las películas desde la intimidad y la comodidad de sus coches.
En 1915, una época en que los automóviles aún eran una lujosa novedad, se inaugura en Nuevo México el "Theatre de Guadeloupe", un cine al aire libre que también tenía disponibilidad para 40 vehículos y operó por un año.
Pese a la popularidad del cine al aire libre durante al década del 20, se realizaron pocos intentos de experimentar con drive-ins debido a cuestiones de logística.
La primera película que se proyectó fue “Wives Beware” una comedia protagonizada por Adolphe Menjou y dirigida por Fred Niblo.
La máxima popularidad del autocine en los Estados Unidos llegó a finales de 1950 y comienzos de 1960, en particular en las zonas rurales, con unos 4.000 autocines en todo el país, pasando a ser un símbolo del 'American Way of Life'.
Con todo, los ingresos eran inferiores en comparación con los cines regulares, debido a que solamente podían proyectar películas por la noche.
Además, durante esta década, algunos autocines comenzaron a mostrar películas pornográficas en horario no familiar con el fin de mejorar los ingresos.
Esto hizo que estuviera disponible material censurado al público, incluyendo aquellos con edad no permitida para verlo.
Algunos proporcionan pequeños calentadores de propano, para atraer a los clientes en los meses más fríos.
Posteriormente, se colocaron pequeños altavoces que podían ser enganchados en la parte lateral de los vehículos.
Durante su apogeo, algunos autocines utilizaban diferentes recursos para llamar la atención y mejorar la asistencia.
Algunos autocines ofrecían servicio religioso los domingos, o pagar un precio fijo por coche en las noches de poca audiencia como los miércoles.
Aunque los empresarios intentaron seguir atrayendo clientes con innovaciones como la transmisión del sonido en estéreo vía radio (hasta entonces el sonido se transmitía mediante unos altavoces que se introducían en el vehículo), los autocines iniciaron un lento declive que dura hasta hoy.
Finalmente cayó en una situación casi de novedad con el puñado restante que acudían al cine con respecto al público general, nostálgicos, a pesar del éxito de los autocines en algunas áreas, como los de Lexington, Virginia; Eden, Carolina del Norte; Eau Claire, Wisconsin; Lamesa, Texas, Wichita, Kansas; Lake Elmo, Minnesota; Luverne, Minnesota, Oak Harbor, en Whidbey Island, Washington y Ohio.
Los estados que encabezan la lista son Ohio, Pennsylvania, Nueva York, Indiana y California, con casi 30 sitios, con capacidad promedio para 400 autos.
En 2001 surgió una ola de autocinemas "Do-It-Yourself", con entusiastas del medio usando tecnología moderna como proyectores LCD y micro-transmisores de radio, ocupando diversos espacios urbanos utilizados como aparcamientos vacantes o bodegas.
El Museo de Campanas de Historia Natural en Minneapolis, Minnesota, ha comenzado recientemente en verano "bicicines", invitando a peatones o gente en bicicleta a los terrenos, tanto para música en vivo y películas.
En varias ciudades canadienses, incluyendo Toronto, Calgary, Ottawa y Halifax, películas al aire libre-proyectadas en las paredes de los edificios o las pantallas se erigen temporalmente en los parques en funcionamiento durante el verano y se dirigen a un público peatonal.
Al igual que con los cines convencionales, el snack bar es donde un autocine gana la mayoría de sus beneficios.
Como resultado, gran parte de la promoción del autocine está orientada hacia el snack bar.
El bar de aperitivos típicos ofrece a cualquier alimento que puede ser servido con rapidez, como perros calientes, pizza, hamburguesas, palomitas, refrescos, café, chocolate, dulces y patatas fritas.
Para enviar clientes a estos bares, la publicidad que se proyecta antes de la función y durante los descansos está orientada hacia este local.
Estos anuncios se recogieron en 1993 en un vídeo, Folks Hey, It's Intermission Time (distribuido por Something Weird Video), y la película Grease de 1978, tiene una escena en un autocine que muestra un anuncio durante la canción "Sandy".
También ofrecen ideas sobre el comportamiento de la audiencia, con frases como "Don't talk, WATCH!"
Haciendo un breve repaso de su historia y haciendo hincapié en aquellos cambios o transformaciones que han generado hitos en la historia de la humanidad, es importante recalcar que el automóvil, en su diseño y expectativas a cumplir, no se le ha exigido ni ha sufrido ningún cambio derivado de su participación activa en el Autocine.
Shining Stars: Canada's Drive-In Movie Theatres (2004) de Sean C. Karow es el documental definitivo sobre los autocines canadienses.
Su promotor también partió con un objetivo claro desde el primer momento: desmontar la imagen del autocine americano como un lugar donde las parejitas iban a hacerse arrumacos.
Está situado en la zona de Chamartín (calle Isla de Java) y estrenó su actividad proyectando la película "Grease" (1978) El séptimo arte siempre ha sido parte de la cultura mexicana atañó al presidente del país el general Porfirio Díaz ser en el primero en asistir a este nuevo pasatiempo cinematográfico en México.
En estas exhibiciones en ocasiones se añadían amenidades en vivo en las que participaban bailarinas y cantantes.
La cartelera se elige a través de la opinión del público mediante la página web y redes sociales.