Entre los fármacos disponibles en España para la administración por vía oral, el etidronato, el alendronato y el risedronato han demostrado reducir la incidencia de fracturas.
Otros bisfosfonatos, como el ibandronato y el pamidronato también disminuyen la frecuencia de fracturas vertebrales aunque los resultados con el clodronato son dudosos.
La administración del risedronato se asocia con menores efectos secundarios digestivos que el alendronato.
La presencia de alimentos u otros fármacos en el estómago reduce aún más la absorción.
[1] Los pacientes deben evitar tomar otros líquidos o alimentos al menos durante la media hora siguiente.
Además, se recomienda que no estén en decúbito durante ese período, para evitar el reflujo y la aparición de lesiones esofágicas.
Raramente se han descrito efectos adversos oculares como la conjuntivitis, escleritis o uveítis.
En consecuencia, en la actualidad no puede recomendarse esa asociación, aunque es posible que las pautas secuenciales sean beneficiosas.
Las principales limitantes de los bisfosfonatos orales son su baja absorción y sus efectos adversos sobre el tracto digestivo, sobre todo la irritación esofágica.