En el mundo islámico medieval, la palabra «Bimaristán» denotaba un hospital donde los enfermos eran acogidos y atendidos por personal cualificado.
[3] Se suele atribuir al califa omeya Al-Walid ibn Abd al-Malik la construcción del primer bimaristán en Damasco en el año 707.
[2] El califa invitó al hijo del médico jefe Jabril ibn Bukhtishu a dirigir el nuevo bimaristán de Bagdad.
[2] Los bimaristanes eran laicos, y atendían a cualquier persona, independientemente de su raza, religión, nacionalidad o sexo.
[3][4] Cada hospital estaba provisto de auditorio, cocina, farmacia, biblioteca, mezquita y, ocasionalmente, una capilla para los pacientes cristianos.