Bill Haywood

[3]​ Su marcada preferencia por la acción directa sobre las tácticas de política le separó del SPA, y contribuyó a su despido en 1912.

[5]​ Cuando tenía nueve años, se hirió con una navaja en el ojo derecho accidentalmente, mientras tallaba una honda, lo cual le significó perder la visión por este.

De hecho, jamás se molestó en adquirir una prótesis y, para ocultar su evidente mutilación, en todos sus retratos aparece vuelto hacia la izquierda.

[5]​ Animado por su discurso, este último se afilió a la WMF, iniciando así formalmente su relación con el movimiento laborista estadounidense.

Haywood inauguró la primera convención con el siguiente discurso:[8]​ Otros oradores en la convención fueron Eugene Debs, líder del Partido Socialista de América, y la madre Mary Harris Jones, una de los organizadoras del sindicato United Workers of América.

[17]​ Los secuestrados eran tan conocidos que incluso el presidente de la Federación Estadounidense del Trabajo (AFL) Samuel Gompers, quien tenía poco afecto a los miembros del WFM, llamó a su sindicato para reunir fondos para la defensa.

Después de que un segundo jurado absolviera a Pettibone, se retiraron los cargos contra Moyer, el tercer acusado.

[23]​ Bill Haywood había abandonado la WFM y concentraba su esfuerzos en la IWW cuando la huelga en Lawrence (Massachusetts) se convirtió en el foco de la atención pública.

La IWW ya tenía cierta influencia en Lawrence y por tanto asumió el liderazgo de la huelga.

Los miembros del IWW local, Joseph Ettor y Arturo Giovannitti, fueron encarcelados por la acusación del asesinato de Anna LoPizzo,[24]​ una huelguista, a pesar de que diecinueve testigos[25]​ habían afirmado que fue muerta por el fuego policial.

UU. William Howard Taft, quien presionó a los propietarios de la industria textil para hacerles negociar con los huelguistas.

El 12 de marzo, los propietarios accedieron a todas las demandas, terminando oficialmente con la huelga.

Durante muchos años, Haywood se desempeñó como un miembro activo del Partido Socialista de América (SPA).

[4]​ Haywood también representó al SPA como delegado en el Congreso de la II Internacional celebrado en 1910.

A menudo, Haywood y el IWW se enfrentaron directamente con la política gubernamental durante sus acciones sociales.

El proceso duró cinco meses, tiempo inusualmente largo en esa época; Bill testificó durante tres días.

No obstante, en 1921, evadió la libertad bajo fianza mientras se realizaba un recurso de casación, huyendo finalmente a Rusia.

Criticó a los oficiales sindicalistas que eran, en su opinión, poco cooperativos para los militantes del laborismo.

[42]​ Eugene V. Debs había sido el líder del sindicato de fogoneros, pero abandonó el cargo para crear la Unión Americana de Ferrocarriles (ARU), organizada industrialmente para incluir a todos los trabajadores ferroviarios.

[44]​ La huelga fue sofocada por una intervención gubernamental que reunió a 2.600 Marshalls, y 14.000 soldados federales sólo en el estado de Chicago.

Como el gobierno había aplastado la ARU, los trabajadores del ferrocarril estaban de nuevo organizados en torno a la AFL.

Estos mismos sindicatos de ferroviarios continuaron transportando el mineral entre minas y fundiciones en huelga.

«Los ferroviarios son el eslabón más fuerte de una cadena que está rompiéndose por ambos extremos», se quejaba Haywood.

[40]​ La solución, obvia para Haywood, era que todos los trabajadores se uniesen a un mismo sindicato y tomasen medidas colectivas en concierto contra los propietarios.

[52]​ Haywood se adhirió a sus creencias y, junto a Boyce, formuló un nuevo lema para el WFM: Haywood había observado cómo frecuentemente el gobierno respaldaba la posición de los empresarios contra las reclamaciones de los mineros.

Algunos mineros irritados respondieron con violencia y, cuando murieron dos hombres, el ejército actuó para sofocar la huelga.

[55]​ Al igual que habían hecho en una huelga en Coeur d'Alene siete años antes, los soldados actuaron para intentar sofocar la huelga y rodearon a cientos de sindicalistas a los que, sin acusación formal, recluyeron en un almacén infectado de parásitos, manteniéndoles encerrados en nefastas condiciones sanitarias durante un año.

[57]​ Sobre las luchas sociales llevadas a cabo por la WFM en Colorado (1903-1905), con la ley marcial una vez más vigente, dos declaraciones provenientes de la Guardia Nacional y registradas para la posterioridad aclararon la relación del «ejército del operador de minas» -constituido con la colaboración del Gobernador de Colorado- y los trabajadores: cuando los abogados del sindicato solicitaron a la corte la liberación de huelguistas encarcelados ilegalmente, el Ayudante General Sherman Bell replicó: «Maldito sea el habeas corpus, les daremos post-mortem».

Frecuentemente, prolongaba sus discursos con las palabras: «Esta noche voy a hablar de la lucha obrera y lo haré tan sencillo que hasta un abogado podrá entenderlo».

Boyce también había defendido una legislación que impidiese el acceso al trabajo a los extranjeros.

De izquierda a derecha:Joseph Caruso, Joseph J. Ettor y Arturo Giovannitti, detenidos.
De izquierda a derecha William Shatoff, Bill Haywood y George Andreichin.