El nombre de Bierzo Alto se encuentra en diversos escritos, como los de Severo Gómez Núñez, quien lo nombra como tal en su obra «Las vías romanas entre Asturica Augusta y Bergido Flavio»,[2] así como otros varios autores, teniendo este nombre una neta vinculación con su configuración geográfica, suponiendo una concepción del territorio en que se asienta, una concepción que se estructura en tres depresiones determinadas por tres cursos fluviales en sus tramos más iniciales, de nacimiento, de los ríos Sil, Noceda y Boeza, dando lugar a tres espacios conexos, Fabero-Toreno, Noceda, y en posición más meridional y de mayor tamaño, Bembibre y la cuenca del Boeza,[3] tres espacios que se sitúan y ocupan el margen izquierdo del río Sil, además de su cuenca alta.
Estos tres espacios comparten, entre otros aspectos, una actividad minera, fundamentalmente de carbón, actividad con una gran relevancia a lo largo del siglo XX, y que supone el fundamento sobre el que descansa la economía del Alto Bierzo en ese periodo, entre los años 1900 y 1980, una característica que confiere a esta zona una cierta homogeneidad y una fisonomía propias que la individualizan y distinguen del resto del Bierzo.
De ese modo, la conjunción de las Zonas geográficas Ancares-Sil y Bierzo Alto, determinadas según esa normativa, serían las que, tradicionalmente, se han entendido más como Bierzo Alto.
Aun cuando es nombrado Bierzo Alto de forma extensa, no hay claras referencias sobre su delimitación, siendo una de ellas la que apunta Verardo García Rey quien, en su obra «Vocabulario del Bierzo», afirma que El Bierzo Alto u oriental comprende la montaña; el Bajo, la llanura; la línea del Sil establece, aproximadamente, esta división.
En el orden sociopolítico se relaciona con la Tenencia del Boeza y el Señorío de Bembibe.