[1] Allí se enfrentó a los protestantes[2] y a la masonería y emprendió una campaña contra el concubinato,[3] hasta que, en julio de 1865, España se retiró de la isla.
[1] Habló varias veces en las Congregaciones Generales, y muy particularmente en defensa de la Infalibilidad pontificia.
[4] En octubre de 1876 presidió la llamada «peregrinación de Santa Teresa», organizada por Cándido Nocedal, dirigente carlista y director de El Siglo Futuro (diario del que el arzobispo Monzón fue colaborador),[9] y viajó a Roma con un numeroso grupo de peregrinos españoles a mostrar su lealtad al papa Pío IX.
[2] Ello le valió ser desterrado por el gobierno liberal-conservador de España.
[12] Perteneció a algunas academias científicas y estuvo en posesión de varias grandes cruces.