Fue profesor de Historia Eclesiástica del colegio anexo a la Abadía hasta su fallecimiento.
Anteriormente, en Barcelona, había colaborado en el periódico La España Católica y en Madrid en La Regeneración.
Su ideal fue el reinado social de Cristo en el mundo, y su lema para conseguirlo fue «Hacer el bien».
En 1867, fundó la revista de divulgación religiosa El bien, que continuó editando hasta su muerte, acaecida en 1918.
En 1876, como alternativa cristiana a la enseñanza laica que se estaba promoviendo desde la administración pública, fundó el instituto religioso Hijas de Cristo Rey, una congregación dedicada a la educación cristiana de la infancia.