Biblioteca Popular de la Mujer
Se avanzó en casi veinte años con respecto a otros proyectos similares, como por ejemplo la Fawcett Library, de Londres.Poco tiempo después, el Instituto creó la sección de Industrias artísticas y puso en marcha talleres.Y otros no tan innovadores pero que tuvieron una acogida fenomenal, como por ejemplo las clases de cocina —unas especializadas, otras no—, con una asistencia masiva que hizo plantear al equipo directivo la necesidad de tener un espacio propio.El nuevo edificio permitió que más de 30 000 mujeres circularan libremente por la sede del instituto.[1] Durante el franquismo y las primeras décadas de la democracia, el instituto fue ocupado por varias instituciones.