Los futuros Gobiernos motivaron la creación y el funcionamiento de las bibliotecas y, en particular, la Biblioteca Nacional de Bolivia.
[1] En 1844 el decreto denominado "Ereccional" obligó a las bibliotecas a que se suscribieran a revistas de literatura, política, industria y comercio, para formar colecciones de todos los diarios oficiales de la República en las publicaciones oficiales como monumentos manifiesto, mensajes, etc.
Debe formar las habitaciones a la casa de la producción de la historia natural y algunos raros objetos de arte que son viejos, como en un museo, también se forma un cuarto separado para almacenar artes y oficios y premia obras de todo tipo.
Un laboratorio químico que aún no se había creado.
Algunos años antes de la creación de dicho Decreto, otro gobierno votó crear el "depósito legal" que obligaba al sector privado y gobierno para presentar a la biblioteca una copia de todas las publicaciones periódicas, folletos, libros, etc. Gunnar Mendoza fue el director del Archivo y Biblioteca Nacional, durante 50 años, desde 1944 a 1994.