Tras el final de la Segunda Guerra Mundial y hasta 1949 actuó en el Teatro Hebbel, regresando en 1951 al Schiller.Allí trabajó, entre otras obras, en Pigmalión, de George Bernard Shaw, y en Los días felices, de Samuel Beckett.Además, Drews fue una popular actriz cinematográfica y televisiva, trabajando, entre otras producciones, en la de 1956 Anastasia, die letzte Zarentochter, de Falk Harnack.Drews fue también actriz de voz, y dobló a actrices como Sylvia Sidney (Behind the High Wall) y Jo Van Fleet (Wild River).Puede leerse un recordatorio suyo en la tumba de su marido, Heinrich George, en el Cementerio Zehlendorf.