Es un santo mártir de la Iglesia católica, venerado principalmente en la Comunidad Valenciana y en Cataluña.
Era el segundo de cuatro hermanos: Almanzor, el heredero, Zaida (María) y Zoraida (Gracia).
Fue educado junto a su hermano en la corte del rey taifa de Valencia.
En 1156 fue enviado como embajador a la corte del Reino de Aragón, que entonces se encontraba en Barcelona.
Tras su fallecimiento, los cuerpos de Bernardo, María y Gracia fueron sepultados en Alcira por los mozárabes.