Relegando la técnica a algo exterior, la filosofía crea un espacio interior, ese ámbito de saber pleno con el cual se identifica.
Este esquema dentro-afuera (al cual está ligado la oposición de la vida y la muerte) forma una barrera que hace que la filosofía sólo puede malinterpretar la técnica cuando la técnica misma se presenta como cuestión.
No hay anthropos sin techné, en tanto que origen inhumano de lo humano.
Esta es la razón de que el ser humano no posea esencia sino por accidente.
El hombre es ese viviente que no posee cualidades sino en cuanto añadido originario de artificialidad.
Esta serie trata de las formas en que las tecnologías culturales, simbólicas e informativas se han convertido en un medio para industrializar la formación del deseo al servicio de la producción, con consecuencias destructivas para la individuación psíquica y colectiva.
Contiene extensas lecturas de Sigmund Freud, Gilles Deleuze, Alain Resnais, Bertrand Bonello, Andy Warhol y Joseph Beuys.
Para Bernard Stiegler, la cuestión fundamental de la política es cómo evitar que la destrucción del « capitalismo » y la productividad del consumo devengan en eso que la filosofía llama la « guerra ».