Fue adquirido durante el primer gobierno del Presidente Mariscal Ramón Castilla y Marquesado y designado simbólicamente con ese nombre en honor del expresidente peruano el Mariscal Agustín Gamarra.
En su primer informe a la Marina, el capitán José María Silva informó que a su llegada, encontró a los barcos peruanos Eliza, Susana, Mazzeppa, Calderón, San José, Volante, Andrea, Bella Angelita y Atlanta prácticamente abandonados y sin su tripulación.
Las autoridades de la ciudad elogiaron a los peruanos por su orden y disciplina.
Sobre esta exitosa misión en California, un orgulloso presidente Castilla dijo al Congreso: "Para conocer el estado de nuestra Armada, no se necesitan investigaciones intensas.
Todo lo que necesitamos es mirar nuestra bandera en California, cumpliendo con los deberes de honor que otras banderas respetables no han cumplido".