Era un coche grande en comparación con el pequeño y ligero Bugatti Type 35 que por aquel entonces dominaba las carreras.
Entre sus propietarios más populares figuraron Jorge de Kent o la actriz Gertrude Lawrence.
Para aumentar su durabilidad, el bloque del motor de hierro y la culata se fundían en una única pieza.
La velocidad del Speed Model podía llegar a los 145 km/h, mientras que el Super Sports pasaba de los 161 km/h.
Sin embargo, no hay ninguna norma de fábrica que distinga las variantes por los colores.